2 de diciembre de 2012

Concepción moderna de las bravas

Los que me conocéis un poquito sabéis que soy una defensora a ultranza de la comida de mantel de cuadros de toda la vida y que no voy a pisar un restaurante de cocina moderna en mi vida, ni como regalo. No soporto los nuevos platos enormes con comida sólo en medio centímetro del plato, que supuestamente lleva crujientes de no sé el qué, ceniza de no sé cuantos y humo de vete tú a saber. Yo soy fan de las patatas bravas, las tablas de quesos, la comida italiana, los cocidos, los pucheros, las sopas y los bizcochos de buen palmo de alto que huelen a recién hecho... ¡eso es comida de la buena! Porque además, encima que te van a poner 3 guisantes en una salsa agridulce, te van a cobrar 50 euros mínimo... y si vas a algo de alto copete, ya no bajas de los 200 ni aunque quieras.

No, no, no... a mí las cosas de toda la vida y sin tonterías. Eso sí, que no me gusten las "chumirrias", como yo llamo a la cocina vanguardista con humos y cosas de estas, no quiere decir que no entienda que la gente se reinvente y que haya platos que se pueden presentar de mil maneras sin perder la esencia y, sobretodo, sin escasear en cantidad! Que resulta que es que a algunos NOS GUSTA COMER :)

Bueno, la primera vez que vi unas 'bravas' diferentes, fue en El Menjador, uno de mis restaurantes favoritos. Allí te las servían en un platito, y te ponían dos o tres, pero no es que te pusieran pocas, es que te ponían 2 patatas enteras cortadas como un cubo y bien fritas, cubiertas por una abundante salsa y espolvoreadas con un poco de pimentón picante. Me encantaron! Eran unas bravas de toda la vida, patatas con su salsa, riquísima por cierto, pero la presentación en cubo me gustó :)


Así que el otro día, pelándome una pequeña patata para hacerme un acompañamiento para cenar, miré el pelador y se me ocurrió algo. Partí toda la patata con el pelador, como si fuera a hacer chips de patata, sólo que no tan finas como las de bolsa, y les puse un poco de sal, las freí en aceite hirviendo y se hicieron en un momento. Las pasé por papel de cocina para quitarles el exceso de aceite, y puestas en un platito, les eché un buen chorro de salsa brava de la marca Hellman's y listo...


¿A qué tienen buena pinta? Bueno, no son las bravas de toda la vida, y al quedar muy crujientes tienen otro sabor -además que esta salsa no es la definitiva, aunque está buena- pero me hizo gracia. Es una nueva manera de comer las bravas y la verdad es que al ser chips se pueden presentar como si fueran una torre y acaba siendo un plato además de rico, bien presentado.. :)

¿Qué os parecen mis desvaríos? Un beso!

4 comentarios:

  1. Me gustan mucho las patatas bravas, pero me cuesta mucho dar con unas que realmente me "enamoren".
    Soy un poco especialita para la salsa, la verdad.
    Por eso últimamente las hacemos en casa en plan casero, compramos la salsa brava del mercadona, pero como está demasiado fuerte para mi gusto, lo mezclamos con tomate frito y un poquito de ketchup, el resultado nos encanta!!!!!
    Un besito guapa, probaré a hacerlas chips, y te cuento!!! =)

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  2. Me encanta esta receta, ademas nos ahorramos freir patatas y ensuciar!

    http://viajealcentrodelacocina.blogspot.com.es/2012/12/mermelada-de-calabaza.html

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  3. Nosotros a veces las hacemos así también.

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