Cena Nochebuena

En mi casa en Nochebuena siempre vamos a cenar a casa de mi abuela, pero hace años que murió. Así que generalmente del menú nos encargamos mi madre y yo. Se podría decir que la sopa de pollo es obligatoria, aunque yo a veces no como porque no soy muy sopera, pero el segundo ha ido variando con los años. Este año nos atrevimos con unos buenos trozos de cabeza de lomo al horno con patatas asadas y crema de queso improvisada.

¿Improvisada? Pues sí. No nos decidíamos por una salsa, así que no compré nada, y mi madre se acordó en el último momento así que bajó al paki a comprar 2 barras de pan y subió 2 sobres de queso rallado de la marca no me acuerdo, en plan semicurado rallado para que hiciera algo con ellos. La verdad es que debo reconocer que mi familia tiene fe en mi "don culinario".

Así que bueno... la sopa ya estaba lista, así que me dispuse a hacer el segundo, es muy simple:

Ingredientes:

- Cabeza de lomo con hueso en filetes de 2 dedos de gordos

- Patatas cortadas en lonchas gruesas

- 2 cebollas cortadas también en lonchas o gajos

- Caldo de pollo

- Vino blanco

Preparación:

Ponemos en el fondo de la placa del horno las patatas, salpimentamos bien y sobre ellas añadimos la carne bien salpimentada. Añadimos la cebolla. Rocíamos todo con un par de cazos de caldo de pollo, un vaso de agua y un vaso de vino blanco -o del que tengamos, lo que importa es que sea algo con alcohol, con whisky o vodka también queda rico, o cava!-.

Dejamos en el horno durante 45 minutos o 1hora y vamos mirando para que esté bien hecho, pero sin llegar a tostarse o churrascarse, y sin que pierda todo el caldo.

En cuanto a la salsa, pues es muy fácil:
Ingredientes:
- 2 sobres de queso rallado
- Leche
- Pimienta negra
- orégano

Preparación:
La verdad es que puse un buen chorro de leche en el cazo y le añadí el primer sobre de queso, cuando empezó a ligar añadí el segundo sobre y empecé a darle vueltas para que espesara. Me pareció muy insípido así que abrí el armario en busca de alguna salvación. En casa tengo mil especias y cosas, pero mi tio tiene más bien poco... así que cuando encontré pimienta y orégano me dije: LISTO. Un poquito de pimienta para darle un toque -no os paséis que es sólo un poquito- y un puñadito de hojas de orégano para darle ese gustito típico que tanto nos gusta. Dejamos espesar bien y servimos. En seguida que se deja enfríar se espesa un poco y tiene textura más cremosa, cosa que a mí me encantó :)

Yo como me gusta mucho la carne poco hecha, me hice la carne a la plancha, vuelta y vuelta, y después me añadí las patatas al horno -que me encantan- y unas buenas cucharadas de salsa de queso :)

Os animo a que probéis! 

Riquísimo, fácil y perfecto cuando hay más gente a la que servir al mismo tiempo!