22 de febrero de 2013

Tortilla de patatas

He aquí uno de los clásicos de la cocina española. Un plato que toda persona ha comido desde niño en casa y que por mucho que lo intente, no puede degustar sin sentir de nuevo añoranza por la infancia y recordar, aunque sea vagamente, momentos familiares. El plato es: nuestra querida tortilla de patatas.

He de reconocer que pese a mi temprana admiración por el mundo de la cocina, hasta que cumplí 18 no hice la tortilla de patatas por mí misma. ¿por qué? Pues porque soy una enamorada de la tortilla de mi madre, es sin duda la mejor tortilla del mundo y para mí era como una especie de juego entre nosotras. Mi madre corta las patatas muy pequeñas, las fríe muy bien en aceite caliente por lo que toda la casa empieza a oler bien rico, y entonces, me llama diciendo cualquier cosa y veo cómo me ha apartado un puñadito de patatas para que me las coma recién hechas. Mientras yo las pruebo, que siempre están riquísimas, ella vierte las patatas, hace la mezcla con los huevos y lo pone de nuevo en la sartén. Yo me quedo mirando, como si fuera magia, hasta que finalmente cuaja la tortilla y apaga el fuego. Es algo muy nuestro, y bueno... ahora que la receta ya está en mis manos y mi tortilla está igual de buena que la suya -porque es la misma- pues os enseño nuestra receta :)

Ingredientes:
- 6 patatas grandes
- 1 cebolla
- 4 huevos
- 1 chorro de leche

Preparación:
- Pese a lo que pueda parecer es simple.
- Pelamos las patatas y la cebolla y las partimos a trozos pequeños, lavamos y echamos en aceite bien caliente, removiendo a fuego lento para que frían bien y queden blanditas.
- Una vez bien frito, escurrimos la patata y la cebolla y la añadimos a un bol.
- Cascamos los huevos y batimos, añadimos a la patata y a la cebolla.
- Añadimos un buen chorro de leche -de la misma nevera- y batimos de nuevo, para darle cremosidad.


- Ponemos en la sartén y vamos removiendo para que cuaje el huevo. En mi casa no nos gusta nada que la tortilla quede cruda, eso de pinchar la tortilla y que caiga el huevo... cómo que no.
- Una vez esté bien cuajado, ponemos un plato o una tapa y damos la vuelta con cuidado, pero con seguridad porque sino la tortilla se nos hará trizas.
- Una vez dada la vuelta la ponemos presentable apretando los bordes y removiendo la sartén, para que vaya despegando ella sola, poco a poco. Una vez se mueva como si de gelatina se tratase, apagamos el fuego y reservamos.
- En casa la comemos fría, porque nos gusta más, pero caliente está también rica!


Un clásico de nuestra cocina para desayunos, comidas y cenas! Para aperitivo, para primero o para segundo, y para comer solo o para añadirle todo tipo de salsas o complementos... a mí personalmente me gusta así, con un poco de pan con tomate y una buena conversación :)

¡Qué aproveche!

3 comentarios:

  1. No esta rica ni ná una buena tortilla de papas!!!!, mañana me hago una, ni me acuerdo de cuanto tiempo hace que no la hago por lo de los kilos, pero despues de ver la tuya soy incapaz de no hacerla y comerme un buen trozo, ah y guardar para el desayuno del dia siguiente en frío, no se como me gusta más. Besos

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  2. No hay mejor plato :) Para mí la de mi madre también es la mejor jaja tiene su toque especial de las madres... Un beso y buen finde!!!

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