Bueno, para finalizar los días que pasamos en Granada este Agosto, nos fuimos a cenar al Campo del Príncipe, uno de los lugares más típicos de la ciudad para tapear y pasar un buen rato por la noche. La verdad es que hay muchos para elegir y están todos en hilera, en una gran plaza alargada, y todas las veces que he ido la verdad es que he acabado encantada.
En esta ocasión fuimos a uno de los últimos en la hilera, casi estaba al final de todo. Lo peor es que no recuerdo como se llamaba y no encuentro la libreta dónde lo apunté todo este verano :( Y mira que la he estado usando estos días, pero bueno... sólo os puedo decir que cualquiera que elijáis será un buen lugar.
*Ya he encontrado la libreta, y aunque no apunté el nombre (fallo técnico) os puedo decir que las 2 bebidas, la ración de tapas diversas y las dos croquetas nos costó 15€! Así que muy bien.
Nosotros nos quedamos casi en el último, que tenía unas sillas monísimas, estaba muy lleno y tenía muchos carteles con colores sobre menús de tapeo, especialidades, etc... nosotras nos pedimos la bebida: una clara y un mosto, y nos trajeron una tapa de berenjenas con miel que le encantó a mi madre. Estaban buenísimas y aunque yo no comí, la verdad me alegré, porque jamás nos hubiéramos pedido una ración -porque ella no se la come sola- y así pudo comer de nuevo.
Estuvimos mirando las tapas y las raciones, pero no nos poníamos de acuerdo, así que la chica nos recomendó el menú de tapeo, que venían 8 tapas: tortilla de patatas, queso, jamón, salchichón, ajoblanco, salmorejo, atún con tomate, y ensaladilla rusa. Como veis te lo ponen todo en un plato, bien separado, que es más que suficiente para dos. Lo compartimos todo y la verdad es que estaba buenísimo.
Lo que mejor estaba era el queso, el atún y el jamón, sin duda. Aunque no tengo ninguna queja absolutamente de nada, porque estaba todo buenísimo y con esta presentación la verdad es que todo tiene mucha más buena pinta. La noche estaba bien, y como mi madre se había comido las berenjenas ella sola, yo me quise pedir una especialidad de la casa: las croquetas de cabrales. La chica me dijo que eran pequeñas, así que me pedí dos, y tengo que decir: MENOS MAL QUE LA PEDÍ!!
De verdad, que cosa más rica!! Eran pequeñas, así que mejor que me pidiera 2, porque sino te quedas como si no las hubieras probado. La bechamel base era cremosa, contundente, con sabor... y el queso de cabrales la verdad es que tenía un sabor inconfundible. Lo habían ligado de una manera perfecta, la verdad es que es una de las mejores croquetas que he comido en mi vida, si podéis probarlo de verdad os digo que vayáis porque BUENÍSIMO! Igual un día de estos me pongo a ello en casa y las intento hacer, porque me enamoré :)
Pues ya sabéis, ir a Granada y no ir al Campo del Principe, es como no ir!! Así que apuntadlo!
Un beso
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