Siguiendo con esta faceta del blog, hoy os traigo un nuevo menú que comimos en Córdoba. Nos íbamos hacia Medina Azahara para encontrar en las afueras de Córdoba un restaurante casero dónde comer antes de ir para las ruinas y así fue. En una esquina dio mi madre un volantazo y nos encontramos con el restaurante de comida casera Don Rafael justo enfrente, con un suculento y buenísimo menú casero por unos rentables 7,5€! Ya me gustaría a mí algo así en Barcelona.
Para empezar nos trajeron una buena botella de litro y medio de agua bien fresquita, y nuestro montoncito de olivas ricas (ninguna vez más volvieron a estar rancias, por suerte), mientras nos cantaban el menú. No era hiper mega largo, pero estaba muy bien.
Yo me quedé con los macarrones con tomate, como viene siendo habitual, y me trajeron en unos minutos el queso con el que adorné este buen plato de pasta. La verdad es que estaba muy buena.
Y mi madre eligió una buena ensalada mixta, con su lechua, tomate, pepino, cebolla, huevo duro y olivas. Creo recordar que también llevaba atún, pero no estoy del todo segura. Sea como fuere, rica y abundante.
Mientras estábamos aún con el primero, vino el camarero con dos buenos vasos de gazpacho fresquitos como parte del menú, que mi madre agradeció mucho. Dijo que estaba muy suave y muy gustoso, además de frío que en días de calor se agradece. Todo un detalle que te den totalmente gratis con el menú un vaso fresco de gazpacho, la verdad.
De segundo, como no podía ser de otra manera, nos pedimos flamenquines, ya que estábamos en su tierra. Yo creo que había comido sólo una vez, y estaba bastante cansada de la versión fraudulenta de los mismos. Los flamenquines llevan: carne de cerdo y jamón serrano, algunos con queso y otros sin, pero en primer término deben llevar eso. El jamón york y queso enrollado, única y exclusivamente es un san jacobo mal hecho, no es un flamenquín.
Y estos, a parte de ser de verdad, eran enormes y estaban buenísimos. Caseros, acabados de freír... ninguna de las dos pudimos acabarlos, pero realmente estaban muy bien hechos. Yo me los pedí con patatas y mi madre prefirió unos tomates.
Para terminar, en lugar de un postre nos pedimos un par de cafés solos, que también estaban buenos -todo sea dicho-, nos despedimos del hombre, que era super agradable, y nos fuimos a tomar el sol a Medina Azahara a las 4 de la tarde el día 31 de Julio.
Os recomiendo que vayáis si pasáis, yo la verdad es que me quedé encantada :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario